Procederé ahora mismo.
Mis sueños carecen de valor alguno, mis planes son como el polvo, mis metas son imposibles.
Todo ello carece de valor a menos que sea seguido de la acción.
Procederé ahora mismo.
Jamás ha existido un mapa por muy exactos que hayan sido los detalles y la escala, que transportara a su dueño un centímetro de distancia.
Jamás ha existido un documento jurídico, por justo que fuese, que haya impedido un crimen.
Solo la acción es la chispa que enciende el mapa, el documento, mis sueños, mis planes, mis metas hasta convertirlos en una fuerza viviente.
La acción es mi alimento y bebida que nutrirá mi éxito.
Ahora sé que para conquistar el temor debo siempre proceder sin vacilación y los estremecimientos de mi corazón desaparecerán.
Recordaré la lección de la luciérnaga que proyecta su luz solo cuando vuela, solo cuando está en acción. Me convertiré en luciérnaga y aún durante el día se verá mi resplandor a pesar del sol. Que otros sean como las mariposas que se acicalan las alas y que sin embargo dependen de la caridad de una flor para vivir. Seré como una luciérnaga y mi luz iluminará el mundo.
No eludiré las tareas de hoy ni las postergaré para mañana, porque sé que el mañana nunca llega. Procederé ahora aunque mis acciones no traigan la felicidad o el éxito, porque es mejor proceder y fracasar que quedarse inactivo y salir del paso a duras penas.
Procederé ahora mismo...
Repetiré estas palabras una vez y otra vez.
Las pronunciaré cuando despierte al saltar de mi cama, mientras el fracasado duerme una hora más.
Cuando me encuentre frente a una puerta cerrada, las pronunciaré y luego llamaré mientras que el fracasado espera afuera con temor y temblor.
Las pronunciaré cuando me confronte la tentación para sacarme a mí mismo del mal.
Cuando esté tentado a abandonar la lucha.
Solo la acción determina mi valor y para multiplicar mi valor multiplicaré mi acción.
Transitaré allí donde el fracasado teme andar.
Trabajaré cuando el fracasado busque descanso.
Hablaré cuando el fracasado permanece en silencio.
Afirmaré que la labor está cumplida antes que el fracasado diga que es demasiado tarde.
Procederé ahora mismo, porque el ahora es todo lo que tengo.
Mañana es el día reservado para el trabajo de los haraganes. Yo no soy haragán.
Mañana es el día cuando lo malo se vuelve bueno. Yo no soy malo.
Mañana es el día cuando el débil se vuelve fuerte. Yo no soy débil.
Mañana es el día cuando el fracasado tendrá éxito. Yo no soy un fracasado.
Cuando el león siente hambre, come. Cuando el águila siente sed, bebe....
Si no procedieran, si no actuaran, ambos morirían.
Yo siento la sed del éxito. Siento sed de felicidad y de paz mental....
Si no procedo, si no actúo, pereceré en una vida de fracaso, de miseria, de noches de insomnio.
El éxito no esperará...
Hoy es el momento oportuno, éste es el lugar, yo soy el hombre.
Todo ello carece de valor a menos que sea seguido de la acción.
Procederé ahora mismo.
Jamás ha existido un mapa por muy exactos que hayan sido los detalles y la escala, que transportara a su dueño un centímetro de distancia.
Jamás ha existido un documento jurídico, por justo que fuese, que haya impedido un crimen.
Solo la acción es la chispa que enciende el mapa, el documento, mis sueños, mis planes, mis metas hasta convertirlos en una fuerza viviente.
La acción es mi alimento y bebida que nutrirá mi éxito.
Ahora sé que para conquistar el temor debo siempre proceder sin vacilación y los estremecimientos de mi corazón desaparecerán.
Recordaré la lección de la luciérnaga que proyecta su luz solo cuando vuela, solo cuando está en acción. Me convertiré en luciérnaga y aún durante el día se verá mi resplandor a pesar del sol. Que otros sean como las mariposas que se acicalan las alas y que sin embargo dependen de la caridad de una flor para vivir. Seré como una luciérnaga y mi luz iluminará el mundo.
No eludiré las tareas de hoy ni las postergaré para mañana, porque sé que el mañana nunca llega. Procederé ahora aunque mis acciones no traigan la felicidad o el éxito, porque es mejor proceder y fracasar que quedarse inactivo y salir del paso a duras penas.
Procederé ahora mismo...
Repetiré estas palabras una vez y otra vez.
Las pronunciaré cuando despierte al saltar de mi cama, mientras el fracasado duerme una hora más.
Cuando me encuentre frente a una puerta cerrada, las pronunciaré y luego llamaré mientras que el fracasado espera afuera con temor y temblor.
Las pronunciaré cuando me confronte la tentación para sacarme a mí mismo del mal.
Cuando esté tentado a abandonar la lucha.
Solo la acción determina mi valor y para multiplicar mi valor multiplicaré mi acción.
Transitaré allí donde el fracasado teme andar.
Trabajaré cuando el fracasado busque descanso.
Hablaré cuando el fracasado permanece en silencio.
Afirmaré que la labor está cumplida antes que el fracasado diga que es demasiado tarde.
Procederé ahora mismo, porque el ahora es todo lo que tengo.
Mañana es el día reservado para el trabajo de los haraganes. Yo no soy haragán.
Mañana es el día cuando lo malo se vuelve bueno. Yo no soy malo.
Mañana es el día cuando el débil se vuelve fuerte. Yo no soy débil.
Mañana es el día cuando el fracasado tendrá éxito. Yo no soy un fracasado.
Cuando el león siente hambre, come. Cuando el águila siente sed, bebe....
Si no procedieran, si no actuaran, ambos morirían.
Yo siento la sed del éxito. Siento sed de felicidad y de paz mental....
Si no procedo, si no actúo, pereceré en una vida de fracaso, de miseria, de noches de insomnio.
El éxito no esperará...
Hoy es el momento oportuno, éste es el lugar, yo soy el hombre.
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