Desde este puntito del universo, quiero coincidir contigo...

Somos un "casi nada" en la inmensidad del universo y "un poquito mas que nada" en el ciber-espacio. Y si pese a eso, coincidimos... Que maravilla!!!

miércoles, agosto 03, 2005

Carlitos... Tu recuerdo perdura por siempre

Recuerdo aquel 3 de agosto, era un día tan hermoso... Estaba feliz!!!

A media mañana cristalicé mis más grande deseo, tener a mi BB por fin entre mis brazos, era un chiquitín precioso, dicen que todos los bebes son bellos, pero el mío rebasaba cualquier expectativa.

Le disfruté tres años y medio y lo perdí...

Pedacito: Llegue mi amor hasta esa otra dimensión donde ahora te encuentras y tengas la certeza de que volvería a aceptar todo el dolor de tu partida a cambio de ver el brillo de tus ojos y tu sonrisa sólo, tan sólo una vez más. Te amo BB.

El tiempo pasa tan rápidamente, hoy hubiera cumplido 16 Años!!!
Sería ya un adolescente...........



CARLITOS con su llegada llenó nuestro hogar de luz, amor, alegría, planes, sueños y esperanza, era un niño angelical, a su tan corta edad nos platicaba, "trabajaba", asistía a sección material y hasta nos dio el gusto enorme de bailar para nosotros un día de las madres... (Bailó "La danza de los viejitos") ése día fue tan divertido, quería acabarme la cámara tomándole fotos, el dejaba de bailar cuando me veía, quitaba su máscara y me brindaba una enorme sonrisa... sus compañeritos se enojaron con él, pero las maestras y el teatro entero no dejaban de aplaudirle y reír junto conmigo, fue un momento inolvidable. Veíamos juntos la luna, compartía mi gusto por ella, parecíamos enamorados, preguntaba: "¿La luna, esta muy lejos, tiene un conejo? " Me gustaba tanto platicar con él... Creía en los “marcianos”y decía que nunca sentía miedo. Era mi vida... Con él aprendí que la vida son instantes y el perder uno, te dolerá el resto de tu vida. La última vez que lo vi, me pedía que no me fuera, lo pedía por favor, pero, yo tenía
"tantas cosas -importantes- que hacer" que perdí mi mejor instante... él último instante a su lado, me despedí desde mi auto, "no tenía tiempo" , él regresó varias veces, me decía: "Vente conmigo, no me dejes"... tuvo que irse. Se despidió a lo lejos diciendo adiós con su manita, me brindó su sonrisa mas bonita y nunca mas volví a verlo...
Dios lo llamó, creo que hasta al cielo le hacía falta mi ángel.
Cuanto duele, quieres morir y sabes que jamás volverás a sonreír.
Lloraba tanto su ausencia, lo extrañaba y las pesadillas me hacían su presa, mi vida no podía continuar así, enfermé y el trayecto a cualquier lado era entre gritos desesperados y llanto.

Mi familia me decía que tenía que dejarlo descansar en paz, que estaba en un mejor lugar...
y mil cosas mas.

Una mañana, de trayecto a la oficina e igual que todos los días, platique con él, incluso quise escribirlo
-para no olvidarlo- entre la platica le hice una promesa:
Ya no llorar... y pedí su ayuda y la de Dios, pues sola no podría.
Me la brindo... llegue a casa de mi mami y fui directamente hasta donde se encontraban tres revistas de Selecciones, tomé la que estaba abajo, la abrí en cualquier página y estaba un artículo, el título no me decía nada, era: "Un árbol para Isaac", pero empecé a leer con tanta desesperación buscando un no se que...

El mensaje de Mi Niño es este:
"Nos quedamos con las manos vacías, con el corazón vacío y una grandísima tristeza, además de dos o tres libritos sobre como superar la aflicción.
Ha pasado el tiempo, todo ha vuelto a la "normalidad", pero en mi hay un cambio inesperado, con la confusión que tengo cuando alguien me pregunta cuantos hijos tengo, en rigor dos, pero el corazón no entiende tales precisiones: "Dos", respondo, esperando dar por terminado el tema, si no es así, tengo que decir:
"Mi hijo mayor, murió".
Un nacimiento suscita alegría, encierra una promesa de largo futuro, de crecimiento y cambio, de infecciones de oídos, regalos de cumpleaños y lecturas en voz alta.
Pensaba que el futuro de una persona termina con él, pero no es así. Me aferro a que no sea así. No lo quiero.
Este vacío que siento lo llena una especie de sombra, como cuando se pierde un miembro de tu propio ser, sientes que aún lo tienes, así me siento.
Se sepultó mi hijo y sobre su tumba plantamos un joven manzano, lo cuidamos, regamos y hemos hecho de él un bello ejemplar, hemos truncado sus ramas, con el mismo amor con que una madre corta a su hijito las uñas... Al final, este trabajo mereció la pena.
El Árbol de mi niño ha crecido y pronto dará fruto, muy pronto llegará a la plenitud, justo cuando mi niño hubiera entrado en la adolescencia.
Lo seguiremos cuidando tanto y con tanto amor, que posiblemente, el árbol de mi niño...
VIVIRÁ CIEN AÑOS".

Este fue su mensaje y lo hice mío.
Me regalaron un joven manzano, lo he cuidado tanto y con tanto amor que ya me dio frutos, (es increíble porque en esta ciudad no se dan manzanas), por las tardes lo "baño", es un apapachado, pero tan noble.
Me da las manzanas más ricas y dulces que haya probado, quien las ha saboreado no me dejará mentir...
Todos dicen, son las manzanas del árbol de Carlitos...
Y sí, mis manzanas estas elaboradas con mucho amor, con magia, con sueños, tienen su elemental, tiene la esencia de mi niño y la mano de Dios, las he bautizado como "Golden Special".

Alfonso me peguntó:
"Si fuera nuevamente agosto 3 y Dios te preguntara, después de decirte todo lo que pasaría, si eras capaz de aceptar su nacimiento, con todo el dolor que su partida te causaría. ¿Que le dirías?"
¡ SI !

- Le Conteste - Tengo la suerte de haber conocido de cerca un Ángel, de amarlo y sentir su amor. Es mi ángel personal.

Soy ciertamente, muy afortunada.

Un abrazo a todos.