Desde este puntito del universo, quiero coincidir contigo...

Somos un "casi nada" en la inmensidad del universo y "un poquito mas que nada" en el ciber-espacio. Y si pese a eso, coincidimos... Que maravilla!!!

viernes, octubre 22, 2004

Ángel con pantalón, cabello frondoso y labios maquillados.

Los que deberían estar tras las rejas son los delincuentes
He anhelado y soñado nuevamente vivir en amor, solidariamente, en paz y armonía con mis semejantes, con libertad, con seguridad.
Añoro cuando las ventanas no tenían rejas, te podías sentar en el jardín a platicar de historias fantásticas, mantenías las puertas de casa abiertas, en la oscuridad teníamos miedo sólo a los “espantos”, que tristeza haberlo perdido, recuerdo que mi padrino nos visitaba y nos enseñaba juegos, nos divertíamos en la calle, sin temores, lo más que podía pasar era una pelea que terminaba sólo en golpes, ahora traen pistolas, vivimos en violencia. En las escuelas, antros y calle encuentras droga, vino, sexo, pornografía, muerte... Y me quedo corta.
Ahora tenemos ladrones de traje y corbata, asesinos con cara de ángel, hoy matar a los padres o a los hijos, secuestrar, robar, engañar, violar, es cosa de todos los días y no importa cuán grave sea, termina en la noticia policíaca del día y es olvidada.
¿Recuerdas cuándo fue la última vez que miraste a los ojos de quién te pedía ropa ó comida, sin sentir miedo? Yo casi lo olvido...
Ahora miramos por la ventana a través de las rejas, jamás abrimos la puerta de nuestra casa, no damos limosna ni un poco de comida por temor de que el indigente sea un asesino, secuestrador, violador, ladrón... Que pena!!!



Quiero compartirles esta anécdota, porque dejando atrás mis temores, sentí nuevamente el buen sabor que te deja hacer una buena acción:

...Esta mañana me dirigía a la oficina, de pronto vi a una personita desesperada que me pedía raid, mi primera reacción (sin pensar) fue frenar, detuve la camioneta, sé que hice mal, pero de momento no pensé... Mi segunda reacción fue acelerar y dejarlo, pero él corrió hasta la camioneta y ya estaba frente a la ventana y sonriendo decía “Gracias” a través del cristal... Otra reacción fue pedirle que se fuera atrás, en la caja de la camioneta, pero lo consideré grosero, así que con cierto recelo abrí la puerta y permití que entrara.
El joven inició la conversación y dijo algo que me conmovió:

- ¿Sabes? Es mi primer día de trabajo, había tenido tantos problemas en encontrar empleo y... ¿te ha pasado que cuando más interés tienes en llegar temprano algo pasa? Pues algo pasó con mi despertador y me quedé dormido, entro a las ocho de la mañana y ya casi son, quería causar buena imagen, pero ya ves. Salí corriendo de casa, no ha pasado ningún camión, taxis tampoco, estaba desesperado, lo que hacía era orar a Dios, pidiéndole que sucediera algo que me permitiera estar a tiempo en la oficina, ya lo consideraba imposible y me lo concedió, apareciste tú, nunca esperé encontrar un ángel vestido con pantalón, cabello rubio frondoso, labios maquillados y conduciendo camioneta!
- Gracias, contesté cortésmente.
- ¿Te dolió?
- ¿Me dolió? ¿Qué?
- ¿La caída del cielo?
- Gracias... Que más quisiera, ser un ángel?
- Para mí lo eres. ¿Puedo preguntarte algo?
- Dime...
- ¿Por qué detuviste tu camioneta? ¿Por qué me diste el raid?
- Porque algunas veces he necesitado ayuda y siempre hay personitas que me la dan, además te veías mal... angustiado.
- Nadie y menos una dama se hubiera detenido, gracias por hacerlo, me salvaste la vida, mínimo de perder mi recién logrado empleo.
- No tienes nada que agradecer. (Contesté, aún sintiendo miedo).

Como era tarde para ambos, tomé un atajo, después conduje por la lateral y dejamos atrás varios (muchísimos) vehículos, salvé dos semáforos en rojo gracias a ello, él me veía y sonreía y preguntó:
- Eres un ángel rebelde?
- ¿Qué?
- Si, pareces un ángel lechero, así conducen los repartidores de leche para entregar sus pedidos a tiempo.
- “Ángel lechero”... Nadie me había dicho así, anda... deja de hablar... Llegamos!
- Gracias... Llegué a tiempo. Ves toda esa gente, es porque aún no abren la empresa.
- Muchas gracias “Ángel”
- Pero ni lechero ni rebelde, sale?

Quiero que todo vuelva a ser como antes y podernos dar el lujo de hacer favores sin miedo, esta mañana pude palomear la primera buena acción del día, venía sonriente y recordando lo sucedido, sintiéndome no sé si un ángel lechero ó rebelde, pero al fin un ángel...

Que tengan un bonito día.