Volando sobre el pantano.

Les pido una disculpa si entre líneas he dejado ver mi estado de ánimo y los he preocupado, en esta ocasión no puedo desahogarlo en un post, es muy deprimente para mi, pero el tiempo vuelve todo a su cause y sé que esto también pasará.
Quien se pondrá feliz con esta situación es mi Psicóloga...

Esta condición me permite espiritualmente estar en unión conmigo, cuando tocas fondo te otorgas el privilegio de pensar en lo sublime, sólo los ojos lavados con lágrimas adquieren mejor visión, recordaba una parábola que me obsequió una amiga, cuando me veía temerosa de encarar al mundo, cuando no me animaba a levantar el rostro por miedo, cuando como avestruz escondía la cabeza ante cualquier situación que requiriera mi atención ó decisión. Cuando permitía que otros decidieran mi vida en todos aspectos.

Estaba tan inmersa en esa frustración que la vida se me escapaba de las manos minuto a minuto abandonándome en la amargura...

Cuando sientes que la vida ya no tiene sentido y en tu mente sólo está el deseo de que termine lo más pronto posible y cuando crees que los problemas te están acabando, hay ángeles camuflados que se acercan a ti y te dan mensajes como este que quiero compartirles y que en lo personal, aunque increíble que parezca, me ayudó a salir de esa hermética existencia, esta lectura la repetí diariamente hasta convencerme, no diré quien es el autor, no va conmigo, lo escribo porque todo lo que amamos es nuestro.
Por lo tanto, esta lectura es mía...

“Un pájaro vivía resignado en un árbol podrido en medio del pantano, se había acostumbrado a estar ahí comía gusanos del fango y se hallaba siempre sucio por el pestilente lodo. Sus alas estaban inutilizadas por el peso de la mugre, hasta que cierto día un gran ventarrón destruyó su guarida. El árbol fue tragado por el cieno y se dio cuenta que iba a morir. En un deseo repentino de salvarse, comenzó a aletear con fuerza para emprender el vuelo, le costó mucho trabajo, porque había olvidado como volar, pero enfrentó el dolor del entumecimiento hasta que logró levantarse y cruzar el ancho cielo...

LLEGANDO A UN BOSQUE FERTIL Y HERMOSO".

Los problemas son como el ventarrón que ha destruido tu guarida y te están obligando a elevar el vuelo.
Nunca es tarde. No importa lo que hayas vivido o los errores que hayas cometido.
No importan las oportunidades que hayas dejado pasar.
Siempre estamos a tiempo de decir: “Basta”,
de sacudirnos el cieno y volar alto y muy lejos del pantano.

Lánzate a la ruta incierta, llena de enigmas e inseguridades.
Dios te acompañará y te dirá que camino tomar.