¡Una velada inolvidable!

Nunca lo había visto tan guapo...

Era una noche que prometía a ser fenomenal.


Llegó en un auto último modelo, vestía un traje azul oscuro con una corbata en no se describir que colores y su camisa blanca impecable... Me platicaba que sus hijas le habían ayudado en su arreglo, esto para que luciera atractivo para mi, esto les hará saber que es una persona muchos, pero muchos años mayor que yo, eso hace magno su atractivo... Pues sí, incluso le hicieron la manicure para que sus manos que trabajan tanto se vieran arregladas, además de varoniles y yo, por supuesto, noté el detalle... Se peinó con espuma y su look lo hacía lucir juvenil y jovial, sus zapatos lustrados y con un aroma a maderas exquisito (creo que asaltó un poquito de loción a alguien, pues él no usa), pero esa noche queríamos que fuera especial...
Me sentía muuuyyyyy bien a su lado.

Saben?

Fui yo quien hizo la invitación al centro de convenciones en el que se ponía en escena una obra teatral que tenía tantos deseos de ver y él por supuesto aceptó encantado... La magia del teatro cobraría vida convirtiendo el CC en un cabaret, donde las luces espectaculares, el olor de cigarro y alcohol, sumado a las lentejuelas de los vestidos y las padrísimas actuaciones daban paso al relato de una historia de amor como no hay otro igual: “Aventurera”.

Llegamos al centro de convenciones .... perdón.... perdón, olvidé decirles que yo lucía un vestido negro, largo y con una abertura como, uuupppss 20 cms. arriba de la rodilla, con un escote un poco pronunciadito, como dejando ver y no, un maquillaje impecable y bueno, me sentía digna de estar a su lado, iba guapísima, como me lo hizo saber.

Él me llevaba del brazo ante las miradas maliciosas, intrigantes y sarcásticas de la gente... Uuuyyyyy Se sentía muy bien ser el centro de atención, él acariciaba mi rostro y de vez en cuando me besaba, no escatimaba el ofrecerme una bebida, que como “supuesto cabaret” que representaba la obra, no faltaba. Nuestros lugares estaban en la segunda fila y los actores nos invitaron a subir a bailar con ellos al escenario a mí Armando Palomo, como tal, no como “Bugambilia” su personaje en la obra... guauuu y para mi compañero sólo un atracón a la vista con Paty Navidad.

La obra teatral estuvo majestuosa, la pasamos súper!!!

La cereza del pastel fue la cena... exquisita y a su lado, por Dios, que más pedir.

Me llevó a casa ya en la madrugada...
Mis hijos y esposo nos recibieron y nos pidieron que les platicáramos nuestra experiencia y así lo hicimos, él estaba feliz y yo por supuesto, muy emocionada.

“Mi Ceniciento” regresó a su casa y nos quedó un sublime recuerdo.

Gracias Papá, disfruté mucho la velada a tu lado y Te quiero Chorrocientos1000!!!!