Que son los celos?

Un sentimiento de Amor ó
Una terrible Inseguridad?


Son esa emoción tan desagradable que experimentamos al pensar en la ruptura de una relación que pensamos tan protegida y que vemos acechada, con el riesgo del abandono de ese alguien que consideramos “nos pertenece”.

Regularmente quien siente esto, posee una frágil autoestima y se siente inmensamente vacío. Su vida nunca ha sido cultivada interiormente y sus celos son una manera de "controlar" aquello que teme perder, imaginando en todo momento que la simple posibilidad de "abandono" no llegue a darse, pero al contrario de lo que esperan, su constante control y desconfianza producen que quien es víctima de ellos se sienta agobiado y necesite huir!!!
(Para no regresar...)

Siento que para mantener una relación, debemos salvar la trampa de sentimos con “derechos”. Todo lo que se nos otorgue en cuanto a amor, ternura, compañía y apoyo es bienvenido y agradecido.
Lo único que nos puede tener “atados” a una persona es el amor.

No lo matemos.

Aunque....
Existen ciertos celos muy bien fundados; pero la decisión de seguir ó terminar la relación, perdonando y olvidando (No sin antes vengarte :-) Por supuesto!!! ) ... Está en nosotros.


Les contaré una historia:

En una montaña azul habitaba una linda doncella, que al cantar alegraba el bosque; su sonrisa encantaba a las aves y las flores deseaban con su melodía despertar; el río, con múltiples armonías, realzaba la sinfonía. Se decía que era una hechicera que con su aroma seducía a los que la llegaran a encontrar. Sucedió un buen día que la maravillosa hechicera a un caballero conoció. Fue tal su enamoramiento que desdobló sus alas de mariposa y lo cautivó.

Con mil detalles lo conquistó, a cada mirada le entregaba con mil amores lo que él pudiera desear. Una noche negra pensó que sólo ella debía poseerlo y la nube espesa de los celos la invadió. Transformó su cantar en un reclamo agrio, que exigía su fidelidad hasta en el silencio; lo acosó sin darle tregua alguna; no toleraba su ausencia un solo instante y a través de protestas sin fin, poco a poco lo alejó. Se amargó tanto a sí misma por su afán de posesión, que de hechicera en bruja se convirtió e hizo de su amor una tragedia.

El fin de la historia fue que sola se quedó y ya en la vejez recordó la frescura que tenía para cautivar y buscando consuelo al bosque regresó, volvió a cantar y aun cuando ya no poseía el encanto de su juventud, con su trato suave nuevamente a las aves sedujo, hizo a las flores crecer, el río con su música la acompañó y olvidando para siempre la nube negra de la posesión, un buen día se encontró a su caballero ya maduro que seguía suspirando por la doncella que en ese bosque perdió.

Al mirarse ambos entendieron que la única forma de continuar esa historia de amor era sin posesiones, amarse y hechizarse con mil detalles para tejer ese amor que por soberbia alejaron y que ahora sabían qué debían hacer para conservarlo sin temor alguno de perderlo.


La posesión y los celos nos alejan de los seres que amamos.

¿Por qué no hechizar todos los días a la persona que por siempre deseamos conservar, llenando su presente de dulzura?

Si anhelamos que mañana sea mejor...
Tejamos momentos intensos para que nuestra presencia sea más deseable y entrañable!!!

La única garantía que tenemos para conservar a los seres que amamos es:
Nunca dejar de hechizarlos con esas pequeñas atenciones que cautivan el corazón.


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