Desde este puntito del universo, quiero coincidir contigo...

Somos un "casi nada" en la inmensidad del universo y "un poquito mas que nada" en el ciber-espacio. Y si pese a eso, coincidimos... Que maravilla!!!

miércoles, enero 25, 2006

Don?

Sexto sentido? Gracia?

Si te duele el estómago... ¡Mohuite!

Si tus defensas andan bajas... ¡Palo de amole!

Si tu amigo tiene tal ó cual enfermedad ó “dolencia”... ¡Esto ó aquello!

Si tienes una pena... ¡Corre con la abuela, con la madre, con la amiga!




Siempre mujeres...

Esas mujeres sabias de quienes podías obtener algún consejo, pero no sólo por tener experiencia, sino porque eran ellas las que podían entender, con ese sexto sentido especial, lo que podías estar viviendo y por lo tanto, dar el mejor consejo.


Recuerdo que salíamos al bosque en busca de hierbas medicinales, con nostalgia traigo a mi mente esas veredas en las que nos deteníamos porque en el camino había hierba santa ú hojas de higuerilla...

“Ponte esto ó aquello, úngete tal o cual cosa, haz esto o aquello”.
Y milagrosamente siempre sanamos de cuerpo y alma.


Un té calientito ó un café “Jacalito” siempre fueron tan reconfortantes y buenos para el mal de amores, eran como un loctite para pegar esos pedacitos en que se había convertido el corazón.

Y como las penas con pan son buenas, unos tamalitos de elote, frijolitos negros, una rica ración de cecina y bocolitos siempre sanaron también.

En los pueblos originarios la curación estaba en manos de las mujeres, ya fuera por hierbas medicinales ó en muchas ocasiones eran las que oficiaban ritos para sanar a los enfermos del pueblo.

Estas son mis raíces...


Las mujeres somos las que tenemos esa capacidad de intuir, cobijar y entregar energía a una persona enferma, tanto emocional como físicamente, poseemos el don del sexto sentido, somos corazón y siento que la maternidad juega un papel importante, que no hacemos por nuestros cachorritos, ese instinto nos proporciona una fuerza sobrenatural para protegerlos.

Si está ante nosotros un enfermo, somos las que nos desvelamos por sus cuidados, si convivimos con una personita emocionalmente inestable, somos las que damos una palabra de aliento, nos morimos en la raya para sacarlos adelante, pero contamos con ese grandioso Don que Dios nos otorgó a nosotras... LAS MUJERES.


Y después de un laaaaaaaaaaaaaaaaaargo y profundo suspiro,
Los dejo. Cuidense

:-)

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